En su esencia, los jardines comunitarios son extensiones de tierra cultivadas por grupos de personas. Estos espacios suelen ser públicos en términos de gestión, acceso y propiedad, pero a veces, los gobiernos locales y las organizaciones sin fines de lucro están involucrados. Aparecen en lotes baldíos y son el lugar de nacimiento de muchos productos frescos y plantas. Algunos otros jardines son verdaderos santuarios verdes salpicados de flores y salpicaduras de color. Cualquiera que sea su aspecto, los jardines comunitarios son una adición bienvenida a cualquier vecindario.
Waverley Community Garden por d-olwen-dee
Contenido
- Dar la vuelta a una nueva hoja
- Subir Rosas
- Dedos verdes
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Comenzar un jardín comienza con una simple reunión de las personas interesadas. Esto puede involucrar a vecinos, inquilinos, organizaciones comunitarias y sociedades de jardinería. Si hay un fuerte compromiso con la causa, el siguiente paso es formar un comité de planificación. Este organismo debe asumir diversas tareas de construcción, financiación y comunicación. Ahora, desde pequeñas ollas de verduras hasta proyectos de preservación y restauración del hábitat natural, los huertos comunitarios varían de un lugar a otro.
En algunas ciudades, sirven como huertos urbanos, mientras que en otras regiones existe una rica tradición de huertos. Además, es práctica común incluir “áreas comunes”, el corazón y el alma de estos oasis. La producción de alimentos está en el centro de atención, y los huertos comunitarios ayudan a la gente a hacer frente a graves problemas ambientales que amenazan con socavar la disponibilidad de productos frescos. De este modo, se reduce la dependencia de las zonas agrícolas alejadas y se reducen los costes medioambientales y financieros.
Davie Village Community Garden por daryl_mitchell
Come Up Roses
Desgraciadamente, los jardineros deben esforzarse por evitar la “tragedia de los comunes”, una situación en la que la gente está ansiosa por explotar los beneficios de las áreas comunes pero no está preparada para contribuir a su mantenimiento. Hay una larga historia de proyectos fallidos de agricultura colectiva, lo que significa que la participación activa es esencial. Otra opción es contratar personal profesional y firmar un contrato de arrendamiento con una empresa de gestión. Esto, sin embargo, introduce una tensión entre la naturaleza de base de los jardines comunitarios y los modelos de arriba hacia abajo con los funcionarios electos.
Además, el lugar hace o rompe un jardín comunitario – debe tener suficiente luz del día, agua y suelo desprovisto de sustancias contaminantes. Algunas de las consideraciones esenciales aquí son el tamaño de la parcela, la disposición física y el tipo de plantas. Pueden incluirse en un “manual de operaciones”: Por lo general, se refiere a la recaudación de fondos, la captación de socios, la plantación, el mantenimiento, etc. Al definir las reglas de afiliación y el costo, tenga en cuenta que las cuotas anuales deben ser asignadas para el mantenimiento del jardín.
Tampoco hay que dejar de ver el bosque desde los árboles y descubrir cómo integrar el jardín en un paisaje de infraestructuras y servicios relacionados. Por ejemplo, las empresas de recolección de basura prosperan alrededor de los jardines comunitarios, creando todo el ecosistema de gestión de residuos y otras prácticas sostenibles. Además, la seguridad de la tenencia de la tierra y el acceso al jardín siguen siendo uno de los mayores desafíos para los jardineros comunitarios, especialmente cuando se encuentran en barrios problemáticos.
En última instancia, un jardín comunitario une a personas de todos los orígenes e inculca un sentido de conexión con la naturaleza. Estos refugios naturales son un soplo de aire fresco en las bulliciosas selvas de concreto, y es mucho más fácil nutrir un estilo de vida saludable en su presencia. De hecho, los jardines comunitarios a menudo representan recreación y servicios de salud – son centros verdes de actividad vecinal, encuentros locales que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos locales.
Jardines comunitarios de Manoa por Scot Nelson
Dedos verdes
Cultivar su propia comida y sumergirse en el ambiente natural es un privilegio poco común en el mundo de hoy. Es una oportunidad para lograr un cambio positivo y abrazar una forma de vida verde en su mejor momento. Sólo recuerde que los jardineros tienen que reflexionar sobre el diseño, la disposición de la parcela, los recursos, la financiación, la estructura organizativa, etc. Por lo tanto, no se ande con rodeos: Establezca reglas firmes y póngalas por escrito. Los miembros deben poder permanecer en la misma página verde a medida que la naturaleza crece y nos bendice con su rendimiento.